En la actualidad tenemos un mercado muy competitivo como para no comunicarnos de forma efectiva; el no hacerlo evita que las empresas obtengan los mejores resultados. Si falla la comunicación todos pierden. Cuando las empresas no hacen un seguimiento oportuno o son desorganizadas, eso será el reflejo de su manera de hacer negocios; si la empresa no responde con prontitud, el cliente asumirá que carece de compromiso. En tal escenario, el nivel de prioridad para ambas partes cae en picada.
La comunicación abierta y constante demuestran profesionalismo y ayuda a generar confianza y respeto, todo lo cual es clave para una relación exitosa.
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